Tarta de zanahoria: receta en 10 minutos sin horno

Receta ↓ Ángela Solar

¡Descubre cómo hacer una tarta de zanahoria en un abrir y cerrar de ojos! Con esta receta podrás deleitarte con un postre sublime en tan solo 10 minutos, y lo mejor de todo, ¡sin horno! Olvídate de procesos tediosos y disfruta de la sencillez y el sabor de esta tarta.

Esta tarta no solo es un bocado de cielo, sino que también es una alternativa más sana que otros postres. Y si te consideras un entusiasta de las tartas, te invito a probar la tarta de queso philadelphia, una maravilla que se prepara sin complicaciones. O si lo tuyo es lo clásico, la tarta de manzana es una apuesta segura.

Para esos momentos en los que el tiempo apremia pero el antojo aprieta, esta receta de tarta de zanahoria es tu salvación. Y para redondear tu experiencia culinaria, te sugiero acompañarla con un fideuá de pescado o quizás con un dulce arroz con leche monsieur cuisine, opciones igual de rápidas y sencillas.

Ingredientes necesarios

Para preparar esta deliciosa tarta de zanahoria sin horno, necesitarás reunir los siguientes ingredientes. Yo suelo preferir usar ingredientes frescos y de calidad, ¡verás qué diferencia hace en el sabor final!

• Galletas tipo María – tritúralas hasta obtener un polvo fino. Si no tienes galletas María, puedes usar Digestive o Graham Crackers como alternativa.
• Mantequilla sin sal – derrítela para mezclarla con las galletas. Yo suelo derretirla en el microondas, ¡pero puedes hacerlo también en un cazo a fuego lento!
• Queso crema – es el ingrediente principal del relleno. Si lo prefieres, puedes sustituirlo por queso mascarpone o quark para obtener una textura más cremosa.
• Azúcar glas – endulza el relleno y le da una textura suave. Si no tienes azúcar glas, puedes hacerlo tú misma moliendo azúcar normal en un procesador de alimentos.
• Zanahoria rallada – le da el sabor característico a la tarta. Asegúrate de rallarla bien fina para que se integre perfectamente en el relleno.
• Nata para montar – le aporta ligereza y cremosidad al relleno. Si no tienes nata para montar, puedes utilizar crema de leche espesa como sustituto.

Preparación de la base: ¡La base perfecta para tu tarta!

La base de galletas es la protagonista indiscutible de esta tarta de zanahoria sin horno.

Yo siempre he sido fan de las tartas con bases de galleta, ¡son tan sencillas de hacer y tan deliciosas! Para prepararla, solo tienes que mezclar galletas trituradas con mantequilla derretida. Es importante que las galletas estén bien trituradas para que la base quede compacta y homogénea. Además, la mantequilla derretida le aporta la textura perfecta para que se mantenga cohesionada.

Una vez que tengas la mezcla lista, presiónala en el molde y refrigérala. Esto hará que la base se endurezca y no se desmorone al añadir el relleno.

Elaboración del relleno: ¡Una delicia cremosa y sencilla!

El relleno de esta tarta de zanahoria sin horno es una auténtica delicia cremosa y suave que puedes preparar en un abrir y cerrar de ojos.

Como soy una gran fan de las recetas fáciles y rápidas, me encanta esta tarta porque solo necesitas unos pocos ingredientes y en menos de 10 minutos tendrás el relleno listo.

Para prepararlo, bate el queso crema, el azúcar glas y la zanahoria rallada hasta obtener una mezcla homogénea. Luego, incorpora la nata montada con movimientos suaves para no desmontarla. Si quieres darle un toque personal, puedes añadir un poco de canela o jengibre en polvo al relleno.

Recuerda que si no tienes nata para montar, puedes utilizar crema de leche espesa como sustituto. ¡El resultado será igual de delicioso!

Montaje de la tarta

¡El momento de montar la tarta ha llegado! Este paso es súper importante para conseguir una presentación atractiva y un sabor de rechupete.

Empezamos vertiendo el relleno de queso crema y zanahoria sobre nuestra base de galletas. Personalmente, me gusta usar una espátula para extenderlo bien y asegurarme de que quede bien compacto y uniforme.

Una vez que hayamos cubierto la base por completo, es hora de darle un toque personal. ¡Añade algunos ingredientes extra para decorar! Me encanta usar nueces picadas, un poco de zanahoria rallada o incluso un poquito de canela en polvo. ¡Queda genial!

Por último, refrigera la tarta durante al menos 2 horas antes de servir. Esto hará que el relleno se asiente y se compacte, lo que hará que la tarta sea más fácil de cortar y servir. Además, el tiempo en la nevera le dará un punto más refrescante que le vendrá de maravilla.

¡Y recuerda! Si no tienes nueces o no te gustan, puedes usar otros ingredientes para decorar, como almendras, avellanas o incluso chocolate rallado. ¡Tú decides!